Puede que no controles lo que vaya a sucederte a lo largo de tu día cuando, pero sí puedes controlar lo que tú harás.
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En ocasiones los imprevistos o las acciones de otros pueden ponerte de malas, causarte un conflicto y en el peor de las casos alguna discusión.
Para que eso no suceda asegúrate de incluir estas 3 acciones en tu día a día:
1. Levántate temprano.
El mal humor de muchas personas se debe al tráfico que les toca cuando salen de casa. Si no quieres pasar horas atorado en un embotellamiento y llegar tarde al trabajo, pon tu alarma 10 minutos antes.
No sólo podrás llegar al trabajo con tiempo de sobra, puedes aprovechar ese tiempo para adelantar trabajo o para ti, depende de lo que quieras hacer.
2. Ten algo por lo qué agradecer.
Es importante identificar lo que te motiva y hace que salgas de tu casa todos los días. Esa razón o razones serán el motivo por el que des las «gracias» al final del día y lo que te impulsará a seguir adelante.
3. Sonríe.
Sonríe porque te acordarte de algo divertido, por algo que te sucedió o algo chistoso que viste en el trabajo pero nunca te olvides de hacerlo.
Cuando una persona sonríe ayuda a liberar la tensión acumulada del rostro y ayuda a que te relajes.
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