Si quieres que tus pies siempre huelan a rosas o mejor dicho deseas evitar el mal olor, es importante hacer algunos cambios en tu rutina.
¡Ojo!, de cajón es primordial que los laves adecuadamente y que no los dejes en el olvido o que creas que con que le caigan un poco de agua, el problema está resuelto.
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Tener una buena rutina de higiene evitará el mal olor en tus pies.
También es esencial que los seques adecuadamente (principalmente entre los dedos) y uses talco o algún producto que te ayude a evitar la sudoración y el mal olor.
A continuación, te diremos qué puedes usar para evitar que tus pies huelan mal, pero si esto no alivia tu problema o lo disminuye, es momento de acudir con un especialista.
Cómo evitar que me huelan los pies
1. Usa papel china.
Muchas veces, tus zapatos se impregnan de un mal olor, pero puedes evitar que esto pase al colocar bolas de papel china o servilletas.
Cuando no los uses, puedes permitir que este papel absorba los malos olores y también que elimine la humedad.
Sin embargo, esto no quiere decir que ya no tengas que limpiarlos o lavarlos, la realidad es que este truco es un plus, pero debes seguir limpiando tu calzado.
2. Cambia tu calzado.
Un calzado muy cerrado o usar en todo momento calcetas con tejidos no transpirables hace que los pies te suden más y provoca que huelan mal.
Por esto, es importante utilizar un calzado que permita la transpiración.¡Ojo!, no se trata de usar todo el día chanclas, pero evita los zapatos fabricados con materiales sintéticos.
Ya que, producen un aumento en la temperatura de tus pies y esto hace que suden más y causen un mal olor.
3. Usa bicarbonato de sodio.
Un tip siempre recomendado por las abuelitas es espolvorear bicarbonato de sodio dentro de tus zapatos.
Puedes dejarlo reposar durante la noche, para que absorba la humedad y neutralice el mal olor.
4. Cambia tus calcetines.
Una buena forma para evitar que te huelan los pies, es cambiar tus calcetines y usar limpios todos los días.
Incluso, si haces actividad física o te gusta dormir con ellos, es importante que los cambies.
También es esencial que utilices tejidos naturales como el algodón y descartes los que son fabricados con fibras sintéticas.
5. Ventila.
Cuando no uses tus zapatos déjalos en una zona ventilada, si puede ser donde les dé el sol, mejor.
Así eliminarás una buena parte de las bacterias que se hayan quedado en ellos.
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